Cereus Forbesi
El género Cereus agrupa a 40
especies reconocidas de cactus distribuidos en las regiones del Caribe y
Sudamérica, que se caracterizan por ser plantas altas y fáciles de cultivar.
Estas cactáceas son muy apreciadas por el aspecto columnar
de sus largos tallos decorados con estrías angulosas y con pocas espinas cortas
y agudas, que en realidad son hojas modificadas a fin de que puedan absorber la
humedad ambiente en condiciones climáticas desfavorables.
Cereus Forbesi
Cereus:
Características, Cultivo Y Cuidados
Los cereus pueden desarrollarse como
arbustos postrados o erquidos, ramificados desde la base, y dependiendo de las
condiciones de cultivo (intensidad de la luz, temperatura, aire y humedad), son
capaces de crecer hasta alcanzar hasta 15 metros de altura como árboles con
grandes copas.
En los ejemplares adultos los tallos pueden se dividen en
la parte alta asumiendo una coloración verde-azulada, y algunas especies
toman una forma similar a la de un candelabro.
Las flores de las especies más conocidas de cereus suelen
ser de color blanco, rosa o rojo, y por lo general sólo aparecen en aquellos
ejemplares de gran tamaño, por lo que es poco común encontrar especímenes
floridos cuando se cultivan en macetas.
Los integrantes de este género son hermafroditas, perfumadas
y de buen tamaño (hasta 20 centímetros de largo), y hacen su aparición durante
la temporada veraniega, surgiendo de las areolas y tienen forma de embudo.
Abren en función de la adaptación a los polinizadores durante el día o por la
noche.
Cereus forbesii var. spiralis (Foto: Agrayco Gardens)
Como se dijo en un principio, los cereus son
cactus de fácil cultivo y de rápido crecimiento, y no demandan cuidados
especiales, aunque si reciben la debida atención pueden vivir muchos años y
tener una mejor floración.
Las temperaturas óptimas para cultivar estas cactáceas no
tienen que ser inferiores a los 10°C por lo que en las zonas donde predominan
climas templados pueden ser cultivadas también al exterior, aunque con la
llegada del invierno deben ser llevadas a un lugar cálido y protegido.
El cereus necesita una buena dosis de luz
intensa y aire, por lo que se recomienda cultivarlo a pleno sol directo y en un
lugar bien aireado pero no expuesto a las corrientes de aire.
Cereus: Riego y trasplante
A pesar de que se trata de especies aptas para climas
secos, es mejor someterlas a un riego abundante durante la primavera y el
verano, dejando secar el suelo entre una aplicación de agua y otra.
Durante el invierno, los riegos deben limitarse a uno a dos
por mes, si se encuentra en un balcón o jardín. En el caso de aquellas
plantas de cereus cultivadas en ambientes cerrados y
calefaccionados, lo mejor es regar moderadamente cada 10 días, lo suficiente
para no dejar secar completamente el sustrato.
Debido a su crecimiento rápido, el cereus cultivado
en macetas necesita ser trasplantado a otro contenedor un poco más grande y
renovar el sustrato cada año a principios de la primavera.
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